constantemente inconstantes

lejos de encorsetarnos, la constancia puede ayudarnos a encontrar nuevos caminos. cuando te planteas algunas dificultades que existen en tu vida, y te paras a reflexionar sobre cómo salvarlas, puedes establecer un plan. una estrategia. el hecho de cumplirla o no dependerá de algunas circunstancias; puede ser que cambies de idea y pienses que el plan no era tan bueno; puede ser que te dé pereza todo lo que implica; puede ser incluso que esa dificultad deje de intimidarte y decidas arriesgarte; por qué no pruebas a arriesgarte esta vez, pero a hacerte caso? por qué no confías en tu propio plan hasta el final? por qué te asusta comprometerte contigo mismo?
si das prioridad a tus metas, a tus objetivos, a tus deseos, antes que a los recursos que te costará alcanzarlos, te acercarás mucho más a ellos. puede ser que el camino te dé vértigo, porque las circunstancias tomen dimensiones que parecen difíciles de manejar. pero si te aferras a tu plan como a un cabo en la niebla, avanzarás a pasos de gigante. no sólo porque tu plan era bueno, sino porque aprenderás a confiar en ti y en tus decisiones. te demostrarás que eres capaz de hacer lo que un día soñaste, lo que un día imaginaste. en quién vas a creer, si no es en ti mism@?

aplicado a los deportes, la constancia es una de las bases del éxito. el entrenamiento, como una educación al cuerpo y a la mente, se consigue gracias a la repetición. al ensayo. a la práctica. la constancia forma parte de la vida. como las olas en el mar.

 foto: MacaRon, camariñas, galicia