es muy fácil ser un ermitaño. vivir aislado y solo te somete a ciertas dificultades, sobre todo a nivel logístico. pero los humanos somos seres sociales; es la forma de desarrollarnos en plenitud; de alcanzar nuestro máximo potencial. nos necesitamos. te imaginas tener que trabajar y cultivar la tierra para obtener tus propios alimentos? tejer tus telas y confeccionar tus vestidos? criar y matar animales, para luego cocinarlos y comerlos? sólo con pensarlo se nos eriza el vello de la nuca... estamos interrelacionados. entre todos, hacemos posible el progreso, la evolución, y el bienestar. por qué, entonces, tenemos tanta dificultad en abrirnos a los demás? en darnos a conocer? en escuchar al otro? en compartir, en proponer, en aportar?
es un verdadero desafío abrirse a los demás. pero cuando empiezas a no guardar, a no esconder, a mostrarte tal cual eres, disminuye la presión. y todo ocupa su verdadero lugar.
aplicado a los deportes, el hecho de abrirte a los demás limará la rivalidad. el hecho de no tener secretos, fomentará la empatía. compartir tus sensaciones, tus sufrimientos y tus dudas te ayudará a progresar. a ser constante. a encontrar otros caminos. y a un montón de amigos.
foto: MacaRon, costa rica
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