todo cansa

sí, de todo nos cansamos. llega un momento, de repente, sin avisar, en que dejamos de ilusionarnos. todo aquello que nos movía sin esfuerzo, pasa a un plano lejano y poco interesante. y es entonces cuando, además del hastío, sumamos la culpa por defraudarnos a nosotros mismos otra vez. pero, y si en vez de empeñarnos en seguir con todo aquello que nos pesa, respetamos nuestro ritmo y nuestro momento de introspección? por qué no somos capaces de permitirnos soltar un poco y disfrutar del aislamiento?
si empiezas a escucharte con respeto y a observarte sin culpa, te darás cuenta de que eres mucho más que lo que haces. y es entonces cuando empezarás a vivir en  toda tu dimensión.

aplicado a los deportes, tienes que tener en cuenta que la actividad física forma parte de tu vida. si pretendes practicar siempre el mismo deporte, si te marcas objetivos muy exigentes, no conseguirás mantenerlos en el tiempo. cuando estés cansado de todo, no hay como como un buen paseo diario para disfrutar en soledad.

foto: MacaRon, fiji