todos sabemos que la cara refleja el alma. y es porque normalmente olvidamos prestarle atención a nuestra expresión, por lo que refleja sin darnos cuenta nuestras emociones en cada instante. si te paras un momento y te fijas en qué cara tienes ahora, obtendrás mucha información sobre ti mism@. estás agobiad@, aburrid@, tens@, disgustad@,...? incluso realizando actividades cotidianas como conducir, cocinar, o ver una peli, nuestra cara se contrae como resultado de nuestros pensamientos más profundos. así que, dale la vuelta al proceso y empieza a tomar conciencia de tu expresión. siempre que te acuerdes, intenta darte cuenta de la cara que estás poniendo, y seguidamente relájala. relaja la mandíbula, la frente, los ojos. y fíjate cómo tus emociones también se relajan. si además, a continuación te esfuerzas por dulcificar la mirada y la sonrisa, verás que tus emociones te acompañan. es un buen método para limpiar tu mente de pensamientos grises, y llenarla de luz. inténtalo, a ver qué tal!
aplicado a los deportes, la expresión facial también nos sirve para llevar la atención donde necesitemos. si tienes que hacer un sprint a toda velocidad peleando contra los elementos, pon cara de guerrer@ que va con ardor a la batalla, y ya verás cómo tu cerebro comprende que hay que darlo todo; si tienes un mal día y tu expresión refleja ganas de abandonar y llorar porque no puedes con el entrenamiento, cambia la cara y sonríe como si estuvieras disfrutando en una fiesta, ya verás como tu cerebro comprende, e intenta salir de ese agujero. concentra tu atención en estas pequeñas cosas, y así no te distraerás con el cansancio que te frena. recuerda que entrenamos la mente, y el cuerpo nos sigue.
foto: MacaRon, london
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