cuando nos enfrentamos a un nuevo desafío, sea deportivo o no, podemos enfocarlo como una doma. partimos de una situación inicial nueva, desconocida, que nos despierta la inseguridad y la duda. este miedo nos lleva a la ansiedad por querer abarcar mucho, por dar pasos demasiado grandes, con tal de que esta sensación tan desagradable desaparezca.
si aceptamos este desafío como una doma, el reto cambia. de entrada, nos da más espacio, más tregua, porque entendemos que necesitamos tiempo. no dejamos lugar a la frustración, porque sabemos que al avanzar en nuestra evolución, hay días malos, que no tienen mayor importancia. la motivación y la ilusión estarán presentes, al saber que necesitamos continuidad. y que con un poquito que haga hoy, ya estoy avanzando.
aplicado al deporte, doma tu circuito de running; doma tu bici; doma la montaña; hasta que sientas que ya es tuyo.
foto: MacaRon. patagonia
No hay comentarios:
Publicar un comentario